martes, 25 de septiembre de 2012

Día Nacional de la Ballena Franca

El día Nacional de la Ballena Franca se instauró en honor a "Garra", un macho de ballena franca que sobrevivió a un dramático rescate el 25 de septiembre de 2002. Esa mañana bien temprano un vecino que en su rutina estaba observando el mar, vió que una ballena daba coletazos desesperados donde fondeaba el Catamarán 14. El animal, jugando tal vez con las cadenas de fondeo, quedó atrapado en ellas. En su afán por liberarse de las cadenas, se movía frenéticamente empeorando su situación ya que el nudo se ajustaba cada vez más a su pedúnculo caudal.

Se dio el alerta. La ballena se encontraba en situación dolorosamente crítica y los buzos sentían gran impotencia ya que les era imposible sumergirse para desatarla pues el animal daba coletazos totalmente fuera de control.

En pocos minutos se trazó un plan de salvataje inédito: Había que varar la ballena arrastrándola hasta la playa con el catamarán y luego terminar el varamiento con uno de los tractores que se utilizan para el embarque de pasajeros para poder cortar las cadenas en tierra. Luego esperar la pleamar para que el animal pudiera volver al mar. El plan era muy riesgoso, nadie garantizaba la vida de la ballena.

Durante doce horas capitanes y buzos trabajaron arduamente. Los vecinos colaboraban con ellos corriendo desesperados con baldes de agua para mantener húmeda la piel de "Garra", usando también mantas y toallas y hasta le cubrían su ojo derecho haciéndole sombra para que el sol no lo dañara. El valiente animal soportó todo. Las cadenas fueron finalmente cortadas y se libró de esa prisión que lo mantenía sujeto a una boya, que afortunadamente ya no está más en la bahía.

Finalmente al atardecer, la marea hizo lo suyo: "Garra", a pesar de las heridas, pudo volver al mar y se alejó junto a otra ballena que lo había estado esperando mientras observaba todo a una distancia prudencial.

Dicen, y no me es difícil imaginar, que la emoción y el llanto de todos era conmovedor. Aún así la incertidumbre los embargó. No había certeza alguna de que Garra sobreviviera a tan desgarradoras heridas, pues estaba en carne viva. Tampoco podían asegurar si sus pulmones y demás órganos no se habrían dañado al soportar durante tantas horas semejante peso.

Durante cuatro años nadie volvió a verlo, pero el 21 de septiembre de 2006 regresó. Un guía lo vió mientras llevaba turistas al avistaje. No había duda alguna: su mancha blanca en forma de zarpazo es única, inconfundible. Como también lo es la cicatriz que llevará por vida en su pedúnculo caudal. La noticia cundió y la alegría fue enorme.

La triste y dolorosa situación por la que pasó esta ballena dejó una gran lección. No más fondeos como ése en la bahía.

Fue bautizado "Garra" no sólo por su marca sino también por la fortaleza, por el ímpetu con que luchó por su vida.


Fuente: Noticias del Sur

Festejo en Pirámides por el Día Nacional de la Ballena

Pirámides festejó el Día Nacional de la Ballena

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